Sábado

¿Por qué nunca me preguntas dónde voy o con quién quedo? La pregunta pareció perderse en el techo alto y blanco mientras su brazo, apoyado en el pecho, subía y bajaba con lentitud. Esos silencios se hacían eternos, pensaba que medía con ello las palabras, o las buscaba en aquella insondable cabeza, pero simplemente era …

Viernes

Cuando se despidió, con un abrazo y un beso en las mejillas se quedó con su perfume, cítrico, como a él le gustaba, pensó y luego, sonrió. La conversación calmó sus obsesiones y el lacerante dolor que aún persistía en el culo. Aquella mujer tenía algo diferente, con la voz pausada y suave y esos …

Jueves

En la ducha se dio cuenta de que la tinta no se difuminaba ni se perdía como la sangre acuchillada de Psicosis. Sintió alivio y confort al saber que podría disfrutar de aquella tinta sobre su piel cuando se mirase al espejo, sin embargo, al contemplar la ropa que él había dispuesto para ella, sintió …

Miércoles

Siguió las instrucciones. El día fue largo y agotador, aún con las molestias y el escozor, llegó a casa y se duchó, se secó el pelo y se hizo una coleta no demasiado apretada que dejó caer sobre su pecho izquierdo. Encendió unas velas y apagó la luz. Desnuda, como le había dicho, se sentó …

Martes

Odiaba dormir boca abajo, la sensación de no poder respirar se había mitigado desde que él apretaba su cuello como si ella fuese un gorrión diminuto y sentía el crujir de las vértebras justo antes de que se rompieran. Pero el malestar por el dolor palpitante de su culo y la desazón con la que …

Lunes

De cinturón. El sonido hizo que se despertara mucho antes que el dolor. El cuero golpeó las nalgas con tanta dureza que el corazón estuvo a punto de pararse. Después, notó como se metía en su culo, una única embestida, sin avisar, prolongando el dolor mientras agarraba con la otra mano el pelo desde su …

Anillo de presión

El cuello languidecía, los ojos vidriosos perdían la emoción mientras las puntas de los pies intentaban aferrarse al suelo como el corazón y sus latidos a la vida. Los dedos enroscados, uno tras otro presionaban cada segundo un poco más y la congestión en las venas de sus sienes hacía que la sangre galopase sin …

La cerradura de cristal

Cada mañana el chasquido de las llaves al hacer girar el bombín, percutía como una maza en el pecho, con golpe seco, dejando sin aliento de manera momentánea su vida. Cuatro vueltas, cuatro golpes que sonaban como los jabs a los costados o los uppercut al mentón, y cada vez se tambaleaba más, apoyándose con …

La vara

Se acercaba a la espuma y dibujaba una fina línea, delante de sus pies, hundiendo la vara en la arena mojada y sacando en el extremo terrones de tierra pegados y que se iban descolgando como la vida misma. Entonces el agua, en un imparable movimiento, lento y firme, borraba el rastro que segundos antes …

Las lágrimas del hielo

    El aire se solidificó. Se convirtió en una masa informe dentro de los pulmones, pesada, comprimiendo todos los órganos de su ser. Ni siquiera la altanería era capaz de mitigar aquella presión, aquella sensación que jamás había tenido, insana y rabiosa. Y como un fulgor, puso sobre la mesa las cartas, dispuso el …