Arcilla y marmol
Desde el momento que se acercó, con aquella mirada pizpireta y la nariz arrugada, supo que el cincel no tendría que utilizarlo. Estaba agotado de horas de duro martilleo sobre el frío mármol blanco y sus brazos casi no aguantaban la energía que aquella roca devolvía en cada uno de los golpes que intentaban ordenar …