Al azotito leré
Se presento juvenil y pizpireta, con los labios rojos, carnosos, apetecibles y unos dientes perfectos, blancos y relucientes. Tuvo la decencia de no pintarse como una puta y se veía hermosa y lozana, feliz. Ella lo sabía y lo utilizaba siempre, al menos eso intuí. Conmigo, los truquitos de jovencita no tenían mucho sentido. Tanto …