Encuadernaciones

Tenía la esperanza de que él no se diese cuenta. Seguramente lo sabía pero no se molestaba en hacerlo visible. Ella se apoyaba en el dintel que comunicaba el pasillo con la sala de lectura. No entendía por qué no lo llamaba biblioteca pero él en seguida gruñía diciendo que aquello no podía considerarse como …

Mofuku

La cremallera se deslizaba con tanta suavidad como los dedos por la seda. Arrodillada frente a la prenda, contenía el tumulto que las dudas imploraban por solucionarse. Sacó la tela de la funda y la extendió sobre el suelo con delicadeza. El negro reflejo de su alma se vertía con sencillez en el algodón. Incluso …

El arte de la libertad

La libertad, esa que insufla un aire lleno de primavera, la que se sorprende iluminada por la calidez del sol de media tarde, la que te permite correr hasta donde te plazca o tus pulmones ardiendo permitan. Esa libertad se escurre entre nuestros dedos como la lluvia fina, incapaces de mantenerla como una constante de …

Lo opuesto

En el instante que se tarda en llenar un vaso, descubrió como un mazazo lo diferentes que eran. Sintió como si un enorme puño agarrase su pecho y le arrastrase a toda velocidad hacia una multitud de recuerdos y vivencias. El tintineo del cristal cegó las emociones, sin más. En realidad ese momento era una …

Enlazo

¿Qué te hacía bella? Cuando él se acercaba ordenaba su cuerpo. Parece extraño, quizá lo sea, pero mirándose en el espejo solo veía un rompecabezas, partes hermosas que no estaban en el lugar adecuado. La primera vez que él se colocó detrás de ella, frente al espejo y le obligó a mirar, notó como la …

Anotaciones

Cansado de escribir en la piel historias que no llegaban a ningún lugar, decidí memorizar todas mis anotaciones hasta saber en qué lugar era mejor tenerlas por escrito. Veneraba los trazos implacables sobre los pliegues, en las llanuras del abdomen y los confines de la espalda. Lo veneraba porque lo ansiaba, pero los trazos indelebles …

Percusión

Le gustaba caminar con los dedos por la nuca, descender despacio por la escalera de la columna, sin protección. Ella aguantaba el deseo, en su boca y en sus piernas, deseando que los dedos se comportasen de manera indecente en algún momento del descenso. Entonces con las yemas tamborileaba aparentemente sin ritmo alguno, hasta que …

La chica del vagón

El gusto por viajar puede rivalizar con el placer de observar por el simple hecho de hacerlo, sin connotaciones sexuales y desde luego, está al mismo nivel que la pasión por las cuerdas y las ataduras. El medio es lo de menos, ir de un punto para llegar a otro, disfrutar del camino, tentar el …

El desayuno

Llegó con alegría, casi en volandas, la sonrisa dibujaba el camino y trazaba con alegría cada una de las paradas. Olía el pan recién hecho, aún caliente y lo apretaba contra su pecho sintiendo la ternura y el crujido de la corteza, llegar en oleadas a sus oídos. La fruta, jugosa, revoloteaba en el fondo …

Mi mundo

Deseé tantas veces avanzar glorioso en conquistas imposibles, dando pasos de gigante y abarcando más de lo que jamás podría controlar, peleando, aprendiendo, dejándome la vida y la muerte a un lado, sacrificando mucho de lo que era para encontrar lo que creía que debía ser. El camino no tiene fin, te apartas a descansar …