Aprendizaje absoluto.
En ocasiones, el silencio enseña mucho más que las palabras, ya sea porque éstas se malinterpretan, o no son las adecuadas, incluso el momento no es el idóneo. Eso pensaba mientras observaba las lágrimas de incomprensión caer por las mejillas, ajenas al dolor del malentendido. Las emociones supuraban y no había nada que pudiese cortar …