Interludio

  Entre el castigo que el dolor le producía y lo que la mente deseaba, lo que más le dolía eran sus noes rotundos. Eran como el sonido de una enorme piedra golpeando el agua de una poza demasiado profunda. Era inflexible y no fue la primera ni sería la última vez que esa negativa …

Ponga usted lo que le plazca

“La mala costumbre de pensar que nuestra forma de pensar, la más íntima pasión que nos queda, la de las emociones y los deseos, es la buena. Incluso con displicencia aceptamos que no es la única, que hay muchas más, pero sin duda, están equivocados, porque la nuestra es la más cercana a la realidad …

Las trenzas francesas

En la distancia sonaba Paradise Circus, con esa suavidad que lo envuelve todo. Subió las escaleras despacio y cansado pero con una ligera sonrisa en la cara. La puerta estaba entreabierta y la luz de las velas proyectaba una sinuosa figura moviéndose en la pared. Se apoyó en la entrada, sin dejar que le viese, …

Poco a poco -VI-

¿Y si cuando crees que estás saciado te das cuenta de que el hambre se hace aún más desesperante? El hambre genera desesperación y él nunca había sentido aquello. Peleaba por no desarmarse, por mantener esa infalible pausa entre las palabras y los actos, sonriente cuando había que estarlo, serio a veces, suavizando la mirada …

Poco a poco -V-

Tenerlo todo para no tener nada. Podría estar en cualquier lugar que le apeteciese y disfrutar como le gustaba pero allí estaba, en aquella playa de arenas blancas y agua color turquesa. A solas, escuchando el devenir de las pequeñas olas rompiendo en la arena compacta mientras arrastraba hacia su interior sentimientos, Podría estar en …

Poco a poco -III-

¿Qué quieres hacer conmigo? El susurro llegó nadando plácido, disfrazado de canto de sirena, embaucador. Noto como los brazos finos se aferraban a su torso y los dos se empapaban del agua y del momento. Haré lo que me pidas, susurró de nuevo manteniendo la canción mientras el sonido del agua al caer, había desaparecido. …

Poco a poco -II-

La adicción a un beso, a un sabor, puede apaciguar los deseos más bestiales. Quizá solo necesitaba a la bella para que su bestia descansase. Seguramente pensó, que aquel instante se diluiría como el azúcar en el agua para después regresar a la senda de las bestias, al roce de las cuerdas en las palmas …

Poco a poco -I-

Quedarse sin aire sin que aprieten tu cuello mientras la lengua se seca poco a poco, notar como los labios que has humedecido antes de llegar sorprendentemente se hinchan. El temor era grande pero no lo suficiente para plantarse frente a él. Se dio cuenta de que el aire simplemente estaba retenido en los pulmones, …

En la carcel de nuestros miedos

Siempre nos dijeron que dentro de nosotros, en nuestra mente, éramos libres. Libres de crear y de imaginar, de conseguir una felicidad endulzada por nuestros deseos. Cerrar los ojos y abrir la puerta al verdadero mundo en el que nos sentiríamos plenos. Nadie nos dijo que ahí dentro es donde están los verdaderos miedos y …

La pizarra

Cuando miraba a su alrededor se daba cuenta de que el ideal estaba en cada uno. Cada cual ensalzaba aquello que le convenía. Era una muestra más de esa nueva inhumanidad del ser humano. Sentía que cada mañana, nos disfrazábamos de ese ideal personal que intentamos regalar a aquellos que nos observan o nos sienten. …